PAIS PORTÁTIL

Calles mustias,  casas medio vacias, los recuerdos color sepia  sirven de fondo a una realidad sin ruidos, distante de otrora que aglutinaba sueños y promesas. La casa de la alegría que era el país,  la han  vaciado,y desmantelado por el mal y el olvido, y  han llevado a muchos a  caminos cruzados, a  atajos hacia otros futuros. Todo cambió, para mal o para bien, algún dia lo sabremos.

Obligados a salir en estampida, 

dejan sus raíces, la casa, el cuarto intacto, metiendo en la maleta tres mudas, un retrato, y la tristeza infinita.

Lejos pero siempre presente, quedan la familia, los afectos, amigos, y las pequeñas cosas, las màs simples que  te atan a donde perteneces, al comienzo de todo. 

Éste debe dejar d ser un  país portátil, como el que describió Adriano González León, ese de las mil mudanzas, de las despedidas, de las ventas de garage,  que perdió su memoria colectiva y se  desbarata en la búsqueda de identidad y arraigo. El país es uno y es Venezuela, al que  debemos levantarle su autoestima recobrando nuestro espiritu nacionalista, en donde ya no existan los falsos héroes que domesticaron con engaños, y nos han comprado con falsos ideales.

Imprescindible  encontrar de nuevo al país que habita entre nosotros, (no de abandonarlo), a ese que perdió la fe, afinando los sentidos para percibir a  nuestro alrededor esa historia silenciosa, en donde yace nuestro sentido de permanencia, punto de partida y génesis ...

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