OJO POR OJO…

A donde nos lleva el odio, la intolerancia, la venganza? Esta nueva cultura de la violencia inculcada a conveniencia de algunos, para justificar ciertas conductas o situaciones, esta socavando a nuestra sociedad. Cuando Cristo condena el Ojo por Ojo y diente por diente, se refería a que si existe un sistema de justicia, las leyes se encargaran de solventar la falta incurrida, pero si al contrario nos avocamos a vengar toda afrenta, toda ofensa o agravio por mano propia, volveremos al sistema del hombre de las cavernas. En la actualidad hay miles de mecanismos, formas, y vías para encausar cualquier diferencia, por mas grande que parezca. La comunicación nos permite dialogar y entendernos para llegar a una solución. Basta ya de comportarse como seres inferiores, que tienen que luchar por su vida para demostrar quien es el mas fuerte. Estamos rodeados de individuos que en su interior moran remolinos de amargura y rencores, seres que arrastran pesadas cadenas de rencor, de inseguridades, pobres infelices que no consiguen paz; incapaces de vivir plenamente, porque sus propios fantasmas los persiguen, y sienten que se burlan de ellos, que murmuran, que se sienten acechados, pero en realidad sus propios egos son los que no los dejan vivir…Dignos de lastima, merecen nuestra compasión? Se asegura que el primer paso para curarse es reconocer la enfermedad y si no, nada puede hacerse. Muchas veces la prepotencia, la altivez, y la soberbia es el escudo de estos seres que tras su incapacidad de convivir con los demás, proyectan para lograr sobrevivir, pero que en el fondo de sus corazones, no son más que, seres con múltiples complejos y carencias que no han podido superar…