AMOR Y CONTROL
Hay preocupación o más que eso, miedo diría yo, por parte de padres y profesores, en lo que se refiere a las actitudes y conductas que han adoptado para si una gruesa importante de los jóvenes de hoy. Se nota en su manera de hablar, de vestir, de conducirse en general y ello conlleva a la reflexión por parte de nosotros. Es triste pensar que no nos demos cuenta de tan gran problemática, que intentemos ignorar esta realidad. Dejamos la mayoría del tiempo solos a nuestros hijos bien sea por causa del trabajo o porque no haya quien los supervise, y le legamos fácilmente su espíritu a la televisión, al internet, a “amigos y compañeros” que ni siquiera sabemos como son, en fin, estamos entregando en bandeja de plata a nuestros mejores tesoros a organizaciones muy poderosas que andan a la caza de niños y jóvenes que se sienten rechazados, olvidados, sin atención, para moldearlos a través de técnicas de engaño y control, para así convertirlos a un fin determinado. La dinámica de estas organizaciones puede provocar en sus miembros una total dependencia del grupo y/o del líder, en detrimento de sus relaciones personales y familiares, pudiendo generar diversas alteraciones psicológicas (inestabilidad emocional, incapacidad para mantener relaciones afectivas normales con personas fuera del grupo, etc.), sociales (alteración de las relaciones familiares y amistades, reducción o anulación de la capacidad para comunicarse libremente con personas externas al grupo, etc.) y físicas (alteración del sueño, desnutrición, deterioro del funcionamiento general, etc.).Los grupos de manipulación psicológica tienden a presentarse bajo diversas formas para atraer al mayor número posible de seguidores y ocultan sus verdaderos objetivos, así como información relevante que pudiera generar desconfianza en sus futuros seguidores. El principal objetivo de este tipo de organizaciones se centra en la obtención de poder a diversos niveles: personal, institucional, político y económico, por citar los más relevantes. Entre los factores de vulnerabilidad que pueden hacer a un joven presa de usa secta se encuentran: las Situaciones de crisis personal o de inestabilidad emocional, social o laboral carentes de apoyo externo adecuado. Inquietudes intelectuales y/o espirituales no canalizadas. Ingenuidad, idealismo e identidad poco consolidada Personalidad de tipo pasivo dependiente, encasillamiento social o soledad; dificultades de adaptación social y sistemas de familias disfuncionales. Ninguno de estos elementos por si solos inducen a integrar dichas sectas, pues se verán entremezclados entre si. Es toda esta situación lo que nos motive muchas veces más que llamar a burla o asombro a reflexionar y analizar si estaremos encubriendo o ayudando en muchos casos a nuestros propios hijos a inducirlos a formar parte de estas sectas o grupos, y que estemos mas pendientes de ellos, de escucharlos, de dedicarles mas atención, y sobre todo de revisar nuestra conducta porque como padres somos los garantes directos de brindarles una buena educación y crianza , no olvidando que cada vez hay menos principios y que los valores se han ido de paseo. Razonemos y pongamos nuestras mejores fuerzas en erradicar este flagelo que al igual que las drogas nos arrebatan cada día más a nuestros jóvenes.
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