Morder el polvo
Antiguamente cuando los caballeros de la Edad Media, se sentían mortalmente heridos, luego de combatir días y noches librando sus guerras, tomaban un puñado de tierra y lo mordían, como beso postrero a la madre Tierra, que los había sustentado y que ahora iba a recibirles en su seno. Era su forma de aceptar dignamente la derrota pero con honor, …Nos puede parecer amargo y hasta irrisorio concebir o aceptar que hemos fracasado o no hemos podido cumplir la meta propuesta. Pero la vida nos coloca ante grandes diatribas, y nos obliga a entender y a aceptar que las derrotas y reveses que sufrimos, traen siempre un mensaje y un aprendizaje. No solo basta entender que no ganamos, pues es importante y saludable, sino que evaluemos las causas, los porque, etc,. El coleccionista de glorias, de títulos, de premios solo llega a inflar su ego, convirtiéndose en vanidoso, presuntuoso y prepotente, viviendo para competir y obtener más, olvidándose de las cosas sencillas y cotidianas pueden llegar a ser más importantes, y que ser más humilde, es ganancia. Aprendiendo de los fracasos, y errores podremos crecer como personas y tener una mejor perspectiva ante la vida.
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