UN SOLO PAÍS
“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. era la edad de la sabiduría, era la edad de la imbecilidad. era la época de las creencias, era la época de la incredulidad. era la temporada de la luz, era la temporada de la oscuridad. era la primavera de la esperanza. era el invierno de la desesperación. lo teníamos todo ante nosotros. no teníamos nada ante nosotros”. Sirva como preámbulo este texto de “Historia de dos ciudades” del escritor Charles Dickens, y tratando de hacer una semejanza a la realidad de nuestro país, de nuestro crudo contexto, en lo relativo a lo que tenemos, a lo perdido, en lo que se ha transformado, el potencial que tenemos como país, como personas que vivimos dentro de este territorio, y que a veces desconocemos. Un país rico, jóvenes emprendedores, con ímpetu luchador, gente capaz, apta y altamente capacitada, empresarios de dilatada trayectoria, poderosos recursos naturales. Un país pobre, personas contra personas, calles plagadas de indigencia, de miseria, rincones preñados de maledicencia, individuos que se hacen llamar políticos, jugando con el hambre y la pobreza de los que representan , odio en las caras de los que vociferan consignas para desunir en vez de congregar y concertar criterios, opiniones e ideas. Se pierde la vida, por querer otras cosas, o por no tenerlas. Niños con caras de desesperanza, defraudados por quien les prometió algún día un futuro...Reflexiona, razona, y ponte un momento a imaginar un país así, para ti y los tuyos... Rescatemos la paz, la dignidad, la legalidad, el orden, la tolerancia, la esperanza , la alegría, y construyamos un solo país; un país único, mas justo y mas humano...
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