EL FACTOR HUMANO

Cuando percibimos que todo está perdido y que no hay soluciones aparecen en el firmamento relatos verídicos que renuevan las esperanzas. Es el caso aleccionador y ejemplarizante de Nelson Mandela cuando en 1985, llevaba veintitrés años en prisión, se propuso conquistar a sus enemigos, los más fervientes defensores del apartheid. Así obtuvo su libertad y consiguió convertirse en presidente. Pero la inestabilidad de un país dividido por cincuenta años de odio racial cristalizó en la amenaza de una guerra civil. Mándela comprendió que tenía que conseguir la unión de blancos y negros de forma espontánea y emocional, y vio con claridad que el deporte era una estrategia extraordinaria para lograrlo. Es allí donde el factor humano hizo posible un milagro: la capacidad innata de Mándela para cautivar al oponente y su tenaz deliberación de utilizar el mundial de rugby de 1995 para sellar la paz y cambiar el curso de la Historia. La final de aquel mundial culminó con la victoria sudafricana en el último minuto, y fundió en un abrazo a negros y blancos en el ejemplo más inspirador que ha visto la humanidad. Moraleja: no es necesario armas, ni gran blindaje, ni discursos, ni montajes mediáticos para conseguir la unión y la paz de un país.

Comentarios

Entradas populares