DE LA MANZANA DE LA DISCORDIA Y VAMPIROS



La manzana de la discordia es una referencia a la manzana dorada de la discordia que, según la mitología griega, la diosa Eris, que significa disputa,  la destinó ‘para la más bella’ en la boda de Peleo y Tetis, encendiendo una disputa entre Hera, Atenea y Afrodita que terminaría llevando a la Guerra de Troya. Así, la manzana de la discordia  se convirtió en el eufemismo para el centro, núcleo o quid de un argumento, o para un asunto menor que podía llevar a una gran disputa. Imagínense ustedes, que por  una disputa entre tres mujeres por celos, y de ser  la más bella, desembocó en nada más ni nada menos que en la mítica Guerra de Troya. Y como su nombre lo indica la discordia es la falta de concordia, de armonía que puede existir en una relación, dentro de un grupo social cualquiera, que va carcomiendo, atizando el fuego con cizañas, creando un clima de desunión que origina división y se convierte hasta en un infierno. Hay personas que se erigen como la nota discordante, que no consigue el nivel de afinación y distorsionan, desafinan, no encuadran y entonces comienzan los problemas, pues al no ser aceptados, se oponen, contrarían, no transigen, sembrando la discordia, para poder controlar y hacerse un lugar. Y es a través de la hipocresía  que intenta convencer, creando chismes y malos comentarios para ir ganando adeptos, sin reparar en lo que le cueste. A su alrededor crean un clima gris, revuelto, de altos conflictos, y estas personas discordantes tienen un halo oscuro, que irradia maldad y que perjudica a quienes están cerca. Siempre logran asirse a otra que manipulan para lograr sus objetivos, para colocar en posición de confrontación y zozobra a los demás. Dentro de las diferentes organizaciones,   y en diversos lugares de trabajo son una especie de Vampiros emocionales, seductores ególatras de oficina, Estas personas tienen el poder de irritarte, son mentirosas y, ¡Te quitan toda tu energía, te hacen enfurecer, No importa dónde trabajes, no puedes escapar de ellos; es más, algunas veces no sabes que existen a tu alrededor, pero son culpables de causar escozor en las reuniones, son capaces de voltear la situación a su beneficio, son manipuladores, inseguros, y demasiado tóxicos. Son personas que siempre tratan de sacar ventaja en cualquier situación y son excelentes boicoteando el trabajo en equipo. En su libro “Vampiros Emocionales en el Trabajo”, Albert J. Bernstein, los describe así: “Tienen el poder, no sólo de irritarte sino de nublar la mente con falsas promesas e hipnotizar a todos para que crean que son las mejores personas en el trabajo. Atraen gente, la consumen, la dejan agotada y exhausta. Y todavía te preguntas en la noche y sin poder dormir: ¿serán ellos o soy yo? Sin duda debemos cuidarnos de esta clase de individuos perniciosos que atentan contra nuestra salud tanto física como emocional, y que nos restan  vida, momentos de felicidad,  por llevarnos a sus guerras y mostrarnos sus miserias...

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
21/05/2015

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