CONTEMPLAR CEREZOS ...
De finales de marzo a principios de abril, los cerezos florecen por todo
Japón, de sur a norte acorde a los distintos climas existentes en las
diversas regiones. Los primeros cerezos del año florecen en las islas de
Okinawa a principios de marzo (la región más meridional) y los últimos en la isla de Hokkaidō aproximadamente la última semana de abril (la región más septentrional).Las
flores del cerezo japonesas son flores conocidas en Japòn
como "sakura". Aunque no son
autóctonas únicamente en Japón, se veneran con recepciones solemnes
denominadas Hanami, las cuales simbolizan el augurio de buena fortuna, el
emblema del amor y afecto y representan una metáfora perdurable de la
naturaleza fugaz de la mortalidad. El simbolismo general de la flor del cerezo
ha trascendido de manera interesante en otros significados arraigados en las
personas que se juntan para reflexionar sobre la naturaleza efímera de la vida
y la mortalidad, debido a que la vida
útil de las flores de cerezos es corta. Este concepto se une a los ideales
budistas relacionados con la naturaleza de la vida. La cultura samurái de Japón
también admiraba mucho a esta flor ya se consideraba que los samuráis (al igual
que las flores de los cerezos) tenían una vida corta y además porque se creía
que la flor representaba las gotas de sangre. En la actualidad
, la flor representa inocencia, simplicidad y primavera .La referencia simbólica de la flor de cerezo en China
difiere del concepto japonés, ya que la flor está asociada a la
belleza y dominio femenino, así como a la sexualidad femenina.La temporada de las flores de cerezos se superpone al calendario y al
año fiscal en Japón, lo cual marca nuevos comienzos (es decir, el primer
día de escuela de un niño o el primer día de trabajo en un nuevo
empleo). En Honshu, la isla principal, los cerezos empiezan a florecer entre finales de marzo y principios de abrila,
justo después del florecimiento de los ciruelos. La esperada llegada de
la celebración simboliza no únicamente el fin de la estación fría, sino
también el comienzo de una nueva etapa, más fructífera y bella que la anterior.
La flor de sakura tiene una duración de aproximadamente 10 días y va avanzando desde el sur hacia el norte (por la longitud del archipiélago japonés, que hace que el clima sea muy diferente entre una zona y otra) desde febrero hasta mayo aproximadamente. El denominado ohanami consiste principalmente en hordas (pacíficas) de japoneses haciendo picnic debajo de los árboles, rodeados por un bello paisaje de flores blancas, rojas y violáceas. Muchos de estos grupos son los típicos salaryman y officelady (OL) japoneses que ansiosos por dejar la luz artificial de la oficina y disfrutar de un poco de aire fresco acuden con sus respectivos compañeros y jefes a celebrar el evento. Los más cansados del grupo son normalmente los novatos de la empresa, que tienen la obligación de reservar un buen sitio debajo de los árboles (los parques están realmente llenos en esta época y llega a ser conflictivo encontrar un lugar libre) desde horas tempranas para el resto de la manada que va llegando progresivamente a lo largo de la mañana (mientras más veterano más tarde se puede llegar). El hanami puede prolongarse hasta la noche, el denominado yozakura cuando los parques y templos se iluminan con farolillos colocados para la ocasión. La contemplación de los cerezos lleva celebrándose en Japón desde la época Nara (s. VII) y la belleza de las flores de sakura ha sido plasmada en numerosos textos literários, poéticos y pinturas. La esencia de su importancia radica en el legado de la filosofía sintoísta y budista, centro del pensamiento filosófico-religioso del país. El sintoísmo otorga un lugar central a la veneración a la naturaleza y sus acontecimientos, mientras que la filosofía budista habla de lo efímero de la existencia. La corta vida de la bella flor de cerezo representa a la perfección la brevedad de la existencia y el pasar incesante del tiempo. Realmente la contemplación de los cerezos en flor es un acontecimiento que merece ser experimentado en Japón. Algunos de los sitios más populares para disfrutar del evento son el parque Yoyogi en Tokio, el templo Kiyomizudera en Kioto y los jardines del Castillo de Osaka. Nara y Arashiyama también son conocidos lugares para hacer hanami. La exuberancia e intensidad de la flor de cerezo, por lo tanto, otorga la posibilidad de tener esperanza e ilusión de que llegaran cosas mejores así como la posibilidad de observar el futuro con entusiasmo y optimismo. La época de floración de las flores de cerezos es breve, lo que resulta en la belleza instantánea y la muerte inmediata de la flor. Por lo tanto, dentro de la cultura japonesa, son un recordatorio de la humanidad y de la mortalidad ya que, al igual que las flores de cerezos, la vida del ser humano puede finalizar en cualquier momento. La condición humana es representada a través de la flor de cerezo y constituye una advertencia a las personas de que la vida es muy corta como para desperdiciarla y que las personas deberían vivir su vida al máximo.
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
09/04/2015
La flor de sakura tiene una duración de aproximadamente 10 días y va avanzando desde el sur hacia el norte (por la longitud del archipiélago japonés, que hace que el clima sea muy diferente entre una zona y otra) desde febrero hasta mayo aproximadamente. El denominado ohanami consiste principalmente en hordas (pacíficas) de japoneses haciendo picnic debajo de los árboles, rodeados por un bello paisaje de flores blancas, rojas y violáceas. Muchos de estos grupos son los típicos salaryman y officelady (OL) japoneses que ansiosos por dejar la luz artificial de la oficina y disfrutar de un poco de aire fresco acuden con sus respectivos compañeros y jefes a celebrar el evento. Los más cansados del grupo son normalmente los novatos de la empresa, que tienen la obligación de reservar un buen sitio debajo de los árboles (los parques están realmente llenos en esta época y llega a ser conflictivo encontrar un lugar libre) desde horas tempranas para el resto de la manada que va llegando progresivamente a lo largo de la mañana (mientras más veterano más tarde se puede llegar). El hanami puede prolongarse hasta la noche, el denominado yozakura cuando los parques y templos se iluminan con farolillos colocados para la ocasión. La contemplación de los cerezos lleva celebrándose en Japón desde la época Nara (s. VII) y la belleza de las flores de sakura ha sido plasmada en numerosos textos literários, poéticos y pinturas. La esencia de su importancia radica en el legado de la filosofía sintoísta y budista, centro del pensamiento filosófico-religioso del país. El sintoísmo otorga un lugar central a la veneración a la naturaleza y sus acontecimientos, mientras que la filosofía budista habla de lo efímero de la existencia. La corta vida de la bella flor de cerezo representa a la perfección la brevedad de la existencia y el pasar incesante del tiempo. Realmente la contemplación de los cerezos en flor es un acontecimiento que merece ser experimentado en Japón. Algunos de los sitios más populares para disfrutar del evento son el parque Yoyogi en Tokio, el templo Kiyomizudera en Kioto y los jardines del Castillo de Osaka. Nara y Arashiyama también son conocidos lugares para hacer hanami. La exuberancia e intensidad de la flor de cerezo, por lo tanto, otorga la posibilidad de tener esperanza e ilusión de que llegaran cosas mejores así como la posibilidad de observar el futuro con entusiasmo y optimismo. La época de floración de las flores de cerezos es breve, lo que resulta en la belleza instantánea y la muerte inmediata de la flor. Por lo tanto, dentro de la cultura japonesa, son un recordatorio de la humanidad y de la mortalidad ya que, al igual que las flores de cerezos, la vida del ser humano puede finalizar en cualquier momento. La condición humana es representada a través de la flor de cerezo y constituye una advertencia a las personas de que la vida es muy corta como para desperdiciarla y que las personas deberían vivir su vida al máximo.
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
09/04/2015
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