DETENGAMOS LA HAMBRUNA
Hagamos un ejercicio mental y visualizemos un escenario donde se encuentren niños famélicos, desnutridos, con la cabeza y abdómen sobresaliente y aves de rapiña revoloteando alrededor...Es lo que nos imaginamos cuando las estadísticas llevadas por ONG a nivel mundial nos dicen
que cada quince segundos muere un niño por hambre, y estos datos vienen de una fuente muy respetada: un estudio publicado en la
renombrada The Lancet, donde los investigadores determinan que en 2011
murieron más de tres millones de niños. Las cifras grandes son notoriamente difíciles para visualizar e imaginar, especialmente cuando hablas de millones. Aunque en muchos casos esta hambruna que produce decesos no es la causa principal, pues es que estos niños no han tenido la nutrición necesaria en la etapa más
temprana de sus vidas, los hace muy susceptibles a enfermedades
infecciosas, como el sarampión. Un niño bien nutrido sencillamente la pasaría, pero para uno que es
realmente frágil y su sistema inmune está comprometido, se convierte en
un asunto de vida o muerte. Ciertamente, los pobres son quienes tienen los problemas más grandes de
desnutrición, pero incluso así debe haber suficiente comida para
alimentar a los niños. La dificultad es lograr una dieta lo
suficientemente buena, una dieta dominada por cereales o fécula no es
una dieta de una calidad suficiente para alcanzar la nutrición necesaria
los primeros dos años de vida. que en la mayoría de los casos el problema puede solucionarse con educación.La falta de nutrición es un problema serio, los tres millones de niños
que se estima murieron por ello en 2011 representan casi la mitad de la
mortalidad infantil. Pero hay señales de progreso, ya que ha habido una disminución en el número de muertes, no muy grande, pero
aún alguna mejora desde el último estudio (en 2008), y la atención a
estos asuntos de nutrición entre familias de recursos bajos y medios ha
aumentado notablemente en los últimos seis años. Se espera que con la ayuda de Organizaciones mundiales, ONGS, y campañas que promuevan la educación de las madres, en escuelas, para que se cree conciencia acerca de la importancia de alimentar y nutrir correctamente a los infantes y que puedan alcanzar un de sarrollo oṕtimo tanto a nivel corporal, como cogniscitivo, y erradicar en lo posible el hambre en el mundo.
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
20/06/20132
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