NO ES TIEMPO DE QUEMAR LAS NAVES
Siempre durante las historias de los pueblos antes y contemporáneamente, se han suscitado momentos y episodios que aunque cruentos, largos y dolorosos, la humanidad ha sabido sortear, y de ello sacar una enseñanza. No somos ni los primeros ni los últimos, ésta etapa oscura en que se han confluido múltiples factores politicos economicos y sociales, nos han colocado en una especie de coyuntura que no da para mas, y nos ahogamos en nuestras propias imperfecciones e intentos fallidos en el encuentro de una salida. No hemos podido hallar el punto, el factor común que nos aglomere en el objetivo colectivo para emerger de este dantesco hoyo negro. Sesgados por ideas marcadas, un paternalismo migrante a un control exacerbado, una inmensa inercia mental que nos ata a la pata de nuestras propias jaulas, y una carente panorámica de nuestro circundante universo que nos grita unión, solidaridad, y una visión común del pais que tanto anhelamos y hemos perdido a gotas. Afrontar la realidad para palpar de lo que adolecemos, de lo que hacemos mal, es escrutar en nuestro cuaderno de notas, que línea nos saltamos que provocó este corto circuito. Sin querer juzgar, y a sabiendas que cada quien es dueño de su destino, pero si queremos un pais, él necesita coidadanos, que lo conformen dentro y fuera de sus fronteras, sin que sea esa diàspora la que se configure en ese pais portátil que lleve el dolor y la evocación del que se lleva en el alma, pero que fue incapaz de proteger y defender de ese enemigo oscuro que se Esconde bajo el miedo, la impotencia, el desatino, y la falta de voluntad y fe en nosostros mismos. Es más que patriotismo, es no permitir desenclavar el arraigo a la tierra donde yacen las semillas que fueron sembradas por nuestros predecesores, y que nuestros mares azules y rios con sus caudales regaron cada una para que crecieran y se hicieran grandes y fuertes. Tenemos que esculcar dentro de nosotros y tratar de que refluya esa fuerza que nos impulse a retomar el camino de regreso, que aunque nos corten las flores siempre habrá primavera, no podemos dar lugar al cansancio ni al tedio, cada nuevo amanecer debe ser motivo de lucha, no ceder espacios a la tristeza ni a la desesperanza, hay que activar lo positivo, sin caminar en circulos, creer en que si podemos, que somos capaces, que si sembrar debemos , es en esta tierra, que nos forjó, que emanamos de ella con propositos de engrandecerla, y si hay que luchar para defenderla es el momento histórico; no podemos ni debemos evadir al miedo y encarar esa responsabilidad individual, y no retroceder, huir no es la mejor alternativa, no vale desertar, hay que adelantarse, y coger el toro por lo cachos, como lo hacen en las faenas taurinas, porque todo tiene solución, y la sabemos, y demanda sacrificios, entrega , convicción y compromiso. Nada es definitivo, tampoco es el final. Por eso Venezuela, no es tiempo de quemar las naves...
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
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Instagram: @chambelon
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