MEA CULPA

Yo confieso que he pecado.

Traiciones, sobornos, amenazas y  engaños...

En el intento de muchas veces, justificar y evadir responsabilidades ante desafueros, errores sobre errores,  y más mentiras ,  en cierto momento admitir y reconocer,  puede ser un salvoconducto para nuestra conciencia, aun cuando, se sabe haber  actuado con soberbia,  a sabiendas  y en  posesión de un  estado mental a cabalidad...

Pero el arrepentimiento tardío pasa factura, y es que ante el derrumbe y sobre los escombros inocultables, afloran verdades, hechos y revelaciones que arropan a todos y es la hora de decidir y sacrificar. Muchas lunas fueron testigos del oprobio y decadentes actuaciones,  reunidos ante mesas redondas, sorteaban a sus víctimas. La era de las calumnias, las pruebas falsas,  crímenes inventados para cometer otros. Estaban apoltronados en el poder y sus decisiones eran sesgadas por el servilismo.  Ante el paredón  desfilarán quienes con saña y odio desproporcionado, condenaron  vidas sin pruebas, quienes destruyeron ideas, los intolerables , los que no quisieron ver y tenían el poder de hacer justicia.   El "Confiteor", no los exime, y la historia no los absolverá. No hay olvido posible, ni memoria escasa, todo está delante de sus ojos, y en el fondo los murmullos,  las quejas acalladas, la pena oculta, y los gritos ignorados que claman por libertad y justicia...

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES

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