SIN FE...
Podría decirse que
tantos intentos, tantos instrumentos jurídicos, tantas Asambleas de la OEA,
tantos diálogos fallidos, tantas consultas electorales, tantos decretos, impugnaciones,
antejuicios, presos, detenciones, inhabilitaciones, trancazos, y esas muertes
que cada día son más dolorosas, me llevan irremediablemente al
escepticismo, ese que yace en una caja de Pandora contentiva
de miserias e indignidades , y no solo es una duda intelectual, sino una duda
moral, es toda clase de infidelidad, disimulación, parálisis espiritual y
temor. Entonces mi fe se paraliza, y pareciera languidecer, y miro al cielo y
le pregunto mil cosas al Creador. Luego de mis recurrentes análisis vuelvo
a esta realidad que penetra y que cala, la cual
está impregnada de politiquería, de la propaganda que compra su permanencia en
el poder a cambio de una arepa. Entonces hay quienes miran para un lado,
cuando se abstienen de criticar a quienes gobiernan, y eso ha sido uno de los
grandes males de la democracia de los últimos tiempos, el no ocuparnos de
quien dirige el país, sino en el último mes de campaña electoral, y muchas
veces ni siquiera los conocemos o nos preocupamos en conocerlos. Es muy
común escuchar aquello de que; " Yo no vivo del gobierno, sino
trabajo no como", y en cierto sentido tiene algo de cierto, pero hoy no
sucede lo mismo, porque este Régimen controlador no permite un descuido, y
en su afán de permanecer, nos obligan, nos llevan a involucramos en
una perenne campaña para ellos sobrevivir, con marchas, con propaganda, con
afiches, mensajes, cadenas, y bla bla bla bla eterno... Creo que el sentir
colectivo es la obstinación por la politiquería, el hartazgo general por ser
usados para que otros se enriquezcan. Muchos se abstienen de opinar porque no
quieren parecer político, y así perder credibilidad o mantenerse al
margen. Craso error, hoy más que nunca debemos integrarnos y participar pero no
de la manera como se viene haciendo, sino con sentido común, como lo hacen los
países europeos que tienen una cultura más idónea acerca de hacer
que, quienes gobiernan nos rindan cuentas, porque al fin y al cabo, ellos son
nuestros empleados, al transferirles la potestad de representarnos, conducir al
país y manejar los recursos para el beneficio de todos. Igual
situación cuando escuchamos a quienes optan por no inclinarse por un cambio, porque
ya conocen a su verdugo. Por ello la indiferencia y la falta de
interés en los asuntos que nos unen en cuanto a cómo constituir una
sociedad en donde todos los derechos sean respetados en aras de hacer una
justicia verdadera, no puede ser tema evadido, Tal vez ese desprecio por los
políticos, nos llevó al barranco en que nos encontramos. O
quizás esa orfandad de líderes nos transformó en lo que somos hoy,
una manada de ovejas ciegas, que nos engañaron y nos fueron suprimiendo
libertades y derechos, haciéndonos todo, hasta pensando y actuando por
nosotros, recogiendo hoy una enorme frustración, que se ha devenido en un caos
social, político, económico, etc, y que se asemeja a una tela de araña, porque
indefectiblemente está amalgamada con el poder que la sostiene. Ojalá y la
sociedad civil emprenda como lo ha venido haciendo pero con más ímpetu, esa
intervención, ese interés, esa conexión con lo que nos rodea, y nos
importa, y es no ser políticos, ni dejar de ser ciudadanos por ello, al
contrario, es comprometerse y velar por lo que es importante, para todos, que
no es más que defender nuestros derechos, las leyes, la justicia, la
soberanía, el voto, es decir, educar nuestra conciencia colectiva. Yo
estoy segura de que ese librito azul pequeñito que se denomina
Constitución y que fue bandera por todos estos años, para lograr
sembrarse en el poder, muchos no lo han leído, y menos analizado, Si esa
Constitución los trajo hasta aquí, también ella misma los puede sacar
legalmente. Entonces no es ser político, es ser más, es convertirnos ciudadanos
de un país que necesita ser defendido y recuperado, pero sin escepticismo,
ni con indiferencia, sino con la profunda convicción de que solo nosotros
podemos realizarlo.
Nuestra tragedia va mas allá
de una bandera, un color o un partido político, nuestra tragedia es no creer en
nosotros mismos como sociedad, a impulsar el cambio, es el tiempo de tomar
cartas en este asunto que es Venezuela¡
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS
FLORES
Instagram: @chambelon
Twitter: @chiriflo
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