LA SIEMBRA DE ODIO

¿Como recoger buenos frutos, cuando la siembra ha sido de maldad, y odio? Bien sabemos que el miedo sumado a la ignorancia da como resultado el odio, ello ha venido construyendose en Venezuela en estos últimos años para asirse a las riquezas del pais que han acabado por su   inconmensurable sed de apropiarse de todo a costa de lo que sea. Ya quedan  solo jirones del pais que eramos, ya no nos pertenece, ahora es una  tierra de  corrupción, de  mercaderes, plagada  de tristeza y desesperanza. Y es duro admitirlo pero terriblemente cierto.  El régimen se dedicó a sembrar las semilas de odio que cosecharon muy bien sus representantes en todo este tiempo, sin el menor temor supieron descolgar las ideas y nociones  de hermandad, solidaridad , unión y de ciudadanos. Destruyeron la conexión entre los venezolanos a traves de su fallida revolución que nos dividió y nos convirtió en enemigos, sectorizandonos por color y pensamiento . Nos transformó en marionetas con las que ha jugado y se ha sostenido en el tiempo. Sin estupor nos ha cercado y minimizado, midiendonos el traje que a ellos les conviene. Instauraron el insulto como verbo, la descalificación y ofensa como cualidades y el miedo como forma de subsistir sin exigir. Eduardo Galeano afirmó que "el Estado para justificarse crea terrorismo de estado, fabricando terroristas, sembrando odio y cosechando coartadas".  Ya  sus mismos creadores y los nacidos de sus entrañas, vociferan su inminente fracaso y sufren en carne propia  la persecusión al convertirse en sus más acérrimos detractores.  Estamos llamados a vencer las sombras y el miedo. No podemos abandonar ni renunciar. La moaleja es muy sencilla: todo lo malo asi como el odio sembrado en poco tiempo se convierten  en un boomerang y se devuelve. El odio ciega, aturde , pero no es eterno, es una máscara, un velo , una mala hora. Después de la sequía viene la lluvia, y será el tiempo de la buena cosecha, del fruto escogido, de la buena semilla.
Nuestra bandera volverá a ondear bajo la paz y justicia que merecemos, logrando de nuevo conectarnos  mediante ese lazo de unión a pesar de ser diferentes, respetarnos  y convivir en armonia y alegría.

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES