INFAME POLITIQUERIA
Cuando la politiquería se ha desbordado en corrupción, clientelismo, nepotismo, impunidad, sectarismo, y aún más hace de la vida del ciudadano que lo circunde y asfixie, pues de él vive, enquistado, y parasitario, y que se torna invivible y que transforma la sociedad en un bodrio de personas que oxigenan a un sistema de gobierno que es ineficaz y que solo con la imposición puede subsistir. No es un juicio a la política bien avenida, o a los lideres que encabezan grandes s importantes movimientos que han logrado positivos cambios en la humanidad, es por el contrario, diferenciar o decantar la esencia de buenas políticas dirigidas a el desarrollo de los países. Latino américa siempre ha sido muy llamada a las dictaduras militares y caudillismos, que bajo el sueño de perpetuarse, han sumido en retroceso y pobreza a sus coterráneos por la in mísera y pérfida voluntad de adueñarse de lo ajeno, y no conformes con exprimir las ubres de sus riquezas, al pueblo lo someten a sus peores maltratos llevándolos a la sumisión y el temor. Venezuela ha vivido dictaduras férreas, también períodos de democracia , lo que nos permite tener visiones distintas y poder discernir y escoger lo que mas nos convenga. Esta infame dictadura ha ido in crescendo, ya no se cuida en sus excesos, reconocida por propios y foráneos, nos ha socavado las entrañas, nos ha vuelto inmisericordes con nosotros mismos, nos ha enfrentado unos contra otros, nos ha hecho más inhumanos y perversos. Familias enguerrilladas por un pensamiento o por desavenencias de ideas. Aislados dentro de estas fronteras que nos demarcan como tierras inseguras, y que sus ciudadanos huyen por manadas por tierra o por aire buscando mejores oportunidades. La politiquería ha logrado distribuirnos y diferenciar en cualquier esfera o espacio en que nos encontremos, bien sea en lugares de trabajo, estudios, cultura, medios o vecindades. Es inconcebible que tengamos tanto por que luchar y no encontremos la médula, ese eslabón perdido que nos ayude a descifrar nuestros problemas. Hoy no nos reconocemos, nos evadimos, nos insultamos y gritamos. Nos hemos convertido en lo que nuestros detractores necesitan: somos nuestros propios enemigos, y que somos utilizados para ellos seguir destruyendo lo mejor de nosotros. Hoy hay un despertar, no se cuan fuerte y contundente sea, pero se gestó. Sirva para que hipócritas y leguleyos, politiqueros y menesterosos no engañen ni dañen más. No hay que permitir que sigan manejando los cerebros y sentimientos de los ciudadanos incautos e ingenuos. Sin voluntad las leyes no hacen efecto. Sin moral no hay dignidad. No es menosprecio, es colocar a quien sea capaz en cada lugar, por las buenas o por las malas, porque con la tiranía no hay paces ni acuerdos, no hay garantía ni palabra que valga, es acción y determinación ante tanta injusticia, impunidad, excesos , y arbitrariedades. Es hora de sacudiros el polvo y restablecer la decencia y la normalidad que merece el país.
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
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