LIBERTADORES- UNA NUEVA GENERACIÓN
Ante esta lucha crucial e inédita
que nos jugamos todos los venezolanos, se verifican varios tipos de bandos, si
se pueden llamar así, los que luchan por un cambio, los que resisten para
conservarse en él, y los que lucen inamovibles.
A todo este complejo escenario nacional, en que las piezas en general
las mueve la política y los intereses, las cosas parecieran tomar otros
matices. No es una lucha de la oposición contra un gobierno, es una guerra del país
contra la dictadura. Es decir lo que antes era una disputa por el poder se ha
convertido en el rescate del país, sumido a parte de todas estas calamidades político
sociales y económicas, es un trabajo epopéyico de deslastrase de una mancha por
los salpicones de corrupción, narcotráfico y terrorismo. Por las mismas causas
de enlodamiento de las que está rodeado, ha sido inepto e incapaz en lograr
proveer a la sociedad de las condiciones mínimas como son alimento, medicinas,
servicios médicos y seguridad. Todo ello siempre apuntando a una demanda
sostenida durante los últimos dieciocho años y que se ha agravado
contundentemente en estos meses, volcándose a la calle miles de venezolanos a
denunciar, a solicitar y en cambio reciben atropellos, represión cárcel y muerte. Paradojas de la vida, este régimen
que se ufanaba de vociferar que el pueblo tenía que hacer su voluntad, y es en
el que más represión y violación de
derechos humanos le han propinado. Para nadie es un secreto que los grandes boli
burgueses que sostienen a este régimen, y sin ocultar sus riquezas mal habidas, retuercen los ojos y
estómagos de cualquier ciudadano de a pie, y ostentando sin vergüenza grandes mansiones, opíparos bacanales, mientras la mayoria debe someterse a grandes colas para comprar pan o mantequilla. Igualmente ya es harto conocido que este régimen
se gasta millones de dólares pagando sus lobbies para que sus lacayos les apoyen
sus fechorías, así como cuando la representante Delcy negaba hasta el cansancio
que en Venezuela no existen presos políticos, y el mismo presidente de la OEA
solicitaba que le mostraran a su preso mas emblemático Leopoldo López. Es así que se comenzó a desnudar mucho mas el
régimen, y la tecnología nos apoyó en eso, y a través de las redes sociales
que ruedan por el mundo, a través de videos, fotos y miles de testimonios que
voltean una realidad muchas veces negada y que cegaba a la comunidad internacional. Tanto son los escándalos y los desmanes jurídicos
por las pretensiones desmedidas y enfermizas de Nicolás Maduro y su combo, que
el desespero los hace pelearse entre ellos produciendo grandes fracturas, y develándose
las costuras que existen entre ellos. Mientras los escándalos crecían el pueblo
la gente, los venezolanos comenzaron esta huida intempestiva, el que se puede
ir, y los que no, lograron articular una protesta para gritarle al régimen y al
mundo que aquí si pasa, que aquí nos condenar a morir por el hampa, o por falta
de medicinas o por la inexistencia de alimentos, . Los dólares saben cómo adornar expedientes, y
comprar conciencias. Por cierto que mucho daño le hizo la FAO con su informe de
avalar que Venezuela cubría las expectativas en cuanto a alimentación. No les
bastó con disolver o ignorar a la Asamblea Nacional la cual está representada
por la mayoría, sino que nombran un Tribunal Supremo de Justicia, espurio e
ilegitimo para que les apruebe todo lo que se les antoje y les permita avanzar
en ilegalidad y exabruptos. Es allí donde comienza la rodada hacia abajo, pues
ya se consolidaba como una dictadura sin control ni limites. . Y mientras el régimen se debate en peleas de
rapiña y ver quién se queda con la mayor parte, los ciudadanos que de
cacerolazos como única arma para expresar una arrechera colectiva, fue subiendo
el nivel de protesta y comienza a innovar su lucha, ya de las mega marchas,
pasa a marchas más continuas,
apariciones en centro comerciales, avisos en vallas, en paredes, en el metro,
es en general un movimiento de protesta y de apertura al cambio. Ya los
diputados desprovistos de sus funciones comienzan a irse a sitios públicos a explicar, a a
debatir a hablarle a la sociedad de los mecanismos que tienen que aplicarse
para combatir a un régimen ya al margen de la ley y que ciego y sordo, solo
impone su libertad. A todas estas hay una generación que oscila entre 17 y 22 años que escucha, ve y sufre los avatares de la precaria situación que
no consigue en muchos casos finalizar estudios, que no puede adquirir vestido y
calzado porque le es negado por tan altos precios, que no puede ir a fiestas o salir de noche
porque el hampa lo impide, el no poder
adquirir un celular y si lo tiene puede morir por no dejarse arrebatárselo. Van
sintiendo el cerco tanto mediático como económico y social, pero que a la vez
vislumbran otro panorama, paralelo que ven por redes, por comentarios de muchos
que se han ido, que fuera de nuestras fronteras, existe otra realidad. Y
comienza a gestarse o a despertar esta generación que aunque nacida dentro de
un gobierno que fue en decrescendo, se resiste a conformarse, así como la
comunidad cubana, que murió en vida, quizá por el miedo a los fusilamientos en
plazas. Pero estos guerreros de franela, no tienen miedo, son aguerridos, auténticos,
y desprovistos de antiguas creencias o clichés,
de formas pre establecidas. Bandera, jeans, máscaras y escudos de cartón agujereados, o un violín y una biblia son los aperos de nuestros héroes modernos, de la generación 2.0 que responden a la
inmediatez de las circunstancias y que sin más armas que sus ganas de salir
adelante, se enfrentan en el asfalto contra tanquetas, perdigones gases y
balas. Sin escudos más que su franelas de las que se hacen llamar Libertadores,
pensando en un mejor futuro, de una lucha de pocos que será para muchos. Jóvenes con códigos propios,
organizados, con una visión clara de lo que quieren, y con un valor inobjetable, que sabiendo que
pueden perder su vida, lo intentan y ganan espacio en la lucha. Hoy todos ellos están
dándonos una lección única e inigualable, como nunca antes, y es que con sus
caras cubiertas, con sus mascaras y un morral de sueños, han dado claro ejemplo de que no todo está
perdido, y no hay cabida para la desesperanza, ellos que son el futuro lo
manifiestan cada día, desde su trinchera, exponiéndose, luchando, resistiendo y
muriendo. Una generación inédita, que se forjo a destiempo, que no cree en
violencia ni guerra. Sus muertes, nunca las entenderé, ni mucho menos aceptarlas.
A esos Grandes, con ellos tenemos una
deuda impagable y eterna. Por ello tenemos que sumarnos toda la
sociedad, no los dejemos solos, porque esta lucha no se gana escondidos dentro de nuestros
miedos particulares, ni siendo indiferentes, les debemos el país, con el que
soñaron y murieron cuando lo estaban buscando.
(IN MEMORIAN A TODOS LOS CAÍDOS EN PROTESTA)
ISABEL VIRGINA CHIRINOS
FLORES
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