LE MOTIF
Eduard Von Hartmann
Todo, pero todo en la vida lo mueve un motivo, un interés, una causa
fundada en recibir un beneficio. Desde pequeños nos inducen a ello: si comes te
llevo al parque, si te portas bien te regalo una bicicleta, si obtienes buenas calificaciones,
te regalo un viaje a Disney, en fin todo
es un toma y dame, en lugar de si estudias obtendrás una profesión con la cual
trabajar y obtener ingresos, o si te portas bien, te formaras con valores, y tendrás
una conducta proba para tu desenvolvimiento a futuro…Estamos formando seres
interesados y no motivados. Nadie o casi nadie, actúa por desinterés, hay un
resorte interno que te impulsa a actuar o hacer algo, Si no tuviéramos interés
no lo haríamos ni diríamos lo que decimos.
Erich Fromm explica con razón que “El fracaso de la cultura moderna no
radica en el individualismo, no en la idea de que la virtud moral es lo mismo
que la búsqueda del interés personal, sino en el deterioro del significado del
interés personal; no en el hecho de que la gente está demasiado interesada en
su interés personal, sino en que no está lo suficientemente interesada en su
persona; no en el hecho de que son demasiado egoístas, sino que no se quieren
lo suficiente”. En otros términos, el problema reside en que no cuidan lo
suficiente su alma, que, según el asceta San Pedro de Alcántara, es la tarea
primordial del ser humano. Hoy día los valores se perdieron por no decir que se
extinguieron como los dinosaurios, porque ese individualismo, esa práctica de
lograr beneficios para uno solo, es lo que lleva al mundo a un gran barranco,
es ese profundo egoísmo que sufre la humanidad, en su afán de obtener y obtener
para beneficio propio, sin importar lo que tenga que llevarse por delante.
Adam Smith se dedicó al estudio del comportamiento moral del hombre, lo
que le permitió llegar a la conclusión de que eran los intereses de las
personas los que movía a la gente para hacer algo, y que esto es bueno, bajo el
entendido de que se trata de intereses legítimos.
Para la gente en general, la palabra egoísmo tiene una connotación negativa por lo que hay que gente que rechaza la búsqueda del interés individual como valor positivo, sin embargo, ya Jesucristo tenía claro este hecho cuando predicó: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. En mi opinión, el que mejor ejemplifica el interés individual es Milton Friedman, quién dice: “El científico que intenta ensanchar las fronteras de su disciplina, el misionero que se esfuerza por convertir a los infieles a la verdadera fe, el filántropo que trata de aliviar los sufrimientos del necesitado, todos ellos procuran colmar su interés personal de acuerdo con sus propios valores.” Esa decir siempre hay un motivo que subyace en lo más profundo que devela nuestro actuar lo que nos mueve lo que nos estimula, una voluntad condicionada por la obtención de algo.
Para la gente en general, la palabra egoísmo tiene una connotación negativa por lo que hay que gente que rechaza la búsqueda del interés individual como valor positivo, sin embargo, ya Jesucristo tenía claro este hecho cuando predicó: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. En mi opinión, el que mejor ejemplifica el interés individual es Milton Friedman, quién dice: “El científico que intenta ensanchar las fronteras de su disciplina, el misionero que se esfuerza por convertir a los infieles a la verdadera fe, el filántropo que trata de aliviar los sufrimientos del necesitado, todos ellos procuran colmar su interés personal de acuerdo con sus propios valores.” Esa decir siempre hay un motivo que subyace en lo más profundo que devela nuestro actuar lo que nos mueve lo que nos estimula, una voluntad condicionada por la obtención de algo.
Como personas ligadas a un todo, y parte siempre de un conglomerado, se
nos hace menester, dejar a un lado el egocentrismo, la visión unilateral del
beneficio y trabajar en pos de otros, y no esperar siempre que se te retribuya
o alcances algún regalo, sobre todo en las relaciones familiares y de amistad,
no todo es interés, no todo es beneficio, favor o dadiva, que lo que hagamos
sea por deber, por satisfacción propia de ayudar a los demás, de actuar correctamente, con la convicción de ser
mejores ciudadanos, de ser mejores padres, mejores hijos, mejores hermanos,
mejores esposos, hay que cultivar la solidaridad, no somos islas, la ayuda y colaboración
mutua nos engrandecerá como humanos, sin esperar nada a cambio, pero con la misión
insoslayable de dejar un mejor país, un mejor mundo a los que vienen
detrás…
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS
FLORES
07/03/2016
Isachi63@gmail.com
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