SER VENEZOLANO
En
esta gran comarca llamada Venezuela, en la que convivimos y muchos
sobrevivimos, sufrimos de algun virus altamente resistente , contagioso, que
mutó y nos convirtió en esta rara especie que hoy somos. Increiblemente a
pesar de lo que nos acontece, permanecemos indiferentes e indolentes ante
la crisis que nos arropa. Nos vamos arrimando a medida que el caudal del rio
crece, a las orillas, pero sin conseguir embaular la corriente, que sigue su
curso cómodamente. Resignación pareciera ser el diagnostico a este mal, que
solo espera el final inminente. ¿En que nos hemos convertido? ¿De que estamos
hechos? Tiene que ver nuestra carga genética en esto? ¿Es nuestro ADN el gran
culpable? Nuestra historia dice que los primigenios habitantes de estas tierras
eran indigenas, con una civilización constituída, y que se habían asentado
producto de las migraciones provenientes de Siberia. Pero luego con la
colonización por parte de los europeos y las mezclas con africanos, nació una
nueva raza multiétnica que consagra el mestizo que hoy ostentamos. Pero
más allá de lo meramente étnico, adolecemos de esa fuerza motriz que nos debe
impulsar a ser verdaderos venezolanos, los que parió esta tierra, nos falta la
"Identidad Nacional". Somos un arroz con mango. La sociedad
venezolana cultural, dialectal, étnica, social, ideológica y religiosa es heterogénea.
“Si bien muchas cosas nos identifican como venezolanos, como sociedad vivimos
en una permanente tensión: necesitamos conciliar nuestra identidad nacional
–eso que nos hace sentir y pensar como venezolanos– con una realidad
ineludible: los venezolanos somos diversos”. La identidad nacional, ese sentido
de pertenencia, el orgullo de ser venezolanos ha sido necesario para
mantenernos unidos como república, desde la lucha por la independencia hasta
hoy, explica la investigadora. “Como mecanismo de cohesión social,
la identidad nacional se construyó alrededor de la supresión de aquellas
diferencias que producían durante el siglo XIX los conflictos sociales: ‘ser
venezolano’ se hizo más importante entonces que ‘ser andino’, ‘ser caraqueño’,
‘ser llanero’, ‘ser mantuano’ o ‘ser pardo’”. Pero, ¿Que somos los venezolanos
entonces? “Una diversidad que vivimos en lo cotidiano pero que, cuando
intentamos dar respuesta a la pregunta del “qué somos”, mal haríamos en
limitamos a identificar únicamente lo común en nosotros. Desde el punto de
vista sociocultural, la sociedad venezolana se ve enriquecida por sus matices.
Matices que hoy intentan eliminar, y tatuarnos la piel de un solo color, de ver
una sola realidad, escuchar y ver solo una estación, pensar lo que nos
impongan...Craso error, compañeros, citemos a Francisco Herrera Luque en
La historia fabulada, en donde ilustra la arepa como el “símbolo más
antiguo y característico de la venezolanidad”. En el imprescindible plato de
los venezolanos de todos los rincones del país, sin distinción de clase o
color, se ve la síntesis de lo que nos hace tan parecidos y distintos al mismo
tiempo. “Todos comemos arepa, pero no el mismo tipo de arepa”, explica.
Entonces si la arepa es un común denominador, que nos identifica , esa similitud, eso en común que puede unirnos, vayamos y transformemos esa búsqueda en la lucha por la arepa, nos haría mas fuertes y firmes en la resolución de nuestros problemas coyunturales. Día a día, cuesta hacer respetar las diferencias, en aquello que nos distingue, tanto en nuestros orígenes como en nuestra manera de ser, sentir y actuar. “Nos cuesta, sobre todo, trascender la retórica educativa, legal y política que habla de un país ‘pluriétnico y multicultural’. De nada sirve disfrazar a uno de nuestros hijos de indio en la escuela el 12 de octubre e inculcar, en el hogar, un lenguaje peyorativo hacia aquel que es distinto étnicamente”, o mejor aún, utilizarlos para propaganda electoral, y luego de ser usados, confinarlos en el olvido. Muchos piensan que debemos reconciliarnos con nuestra historia para superar los resentimientos colectivos y avanzar”, redescubrir de donde venimos, para saber hacia donde vamos.
Entonces si la arepa es un común denominador, que nos identifica , esa similitud, eso en común que puede unirnos, vayamos y transformemos esa búsqueda en la lucha por la arepa, nos haría mas fuertes y firmes en la resolución de nuestros problemas coyunturales. Día a día, cuesta hacer respetar las diferencias, en aquello que nos distingue, tanto en nuestros orígenes como en nuestra manera de ser, sentir y actuar. “Nos cuesta, sobre todo, trascender la retórica educativa, legal y política que habla de un país ‘pluriétnico y multicultural’. De nada sirve disfrazar a uno de nuestros hijos de indio en la escuela el 12 de octubre e inculcar, en el hogar, un lenguaje peyorativo hacia aquel que es distinto étnicamente”, o mejor aún, utilizarlos para propaganda electoral, y luego de ser usados, confinarlos en el olvido. Muchos piensan que debemos reconciliarnos con nuestra historia para superar los resentimientos colectivos y avanzar”, redescubrir de donde venimos, para saber hacia donde vamos.
Particularmente
prefiero el venezolano que solíamos ser, poco complicado, jovial, alegre, afable,
amigable, trabajador, dispuesto, que albergaba a sus amigos en su casa, que
disfrutan un juego de beisbol siendo de diferentes equipos y al final
celebraban la victoria sea de cual fuere. Indescifrable a la hora de las citas,
espontáneo, del que todo hace un chiste, aunque sea de una desgracia. Apostemos
al venezolano solidario, honesto, sencillo, buena gente, creativo, humorista,
optimista, hospitalario y generoso y creyente en Dios. Reencontremonos en
las diferencias y solucionemoslas, no gastemos mas energía en odiarnos y
pelear. No nos enfrasquemos en quien es menos malo o quien tiene la culpa, el
tiempo apremia. Lo mismo que nos cohesiona puede terminar convirtiéndose en una
olla de presión en el intento de homogeneizarnos como sociedad,
entonces los conflictos surgirán tarde o temprano”.
Y
para concluir les dejo la definicion de venezolano, según Laureano
Márquez:
Ser
venezolano es ser educado, no insultar a nadie salvo casos extremos de
tránsito, donde hasta, seguramente, el Cardenal Urosa suelta un desatino. El
venezolano es sensible, compasivo, amable detesta los privilegios, aunque los
use con frecuencia. El venezolano nunca cree que otro venezolano es menos
venezolano que él, pensar distinto no es problema. Hace más de un siglo que no
nos matamos por pensar distinto. Ser venezolano es tener una mentalidad
igualitaria, es pensar que la salsa que es buena para el pavo lo es también
para la pava, es reconocer la injusticia, aunque saques provecho de ella. Ser
venezolano es resolver con lo que se consigue, preparar un desayuno con lo que
sobró de ayer. Ser venezolano es tener pasión por la música, cantar y bailar
sabroso. Es tomarse una cerveza fría en la mañana para matar el ratón de ayer.
Ser venezolano es encomendarse a La Virgen, pedir la bendición, es persignarse
antes de emprender algo importante. Ser venezolano es ser contradictorio, es
tener un país en los sueños y otro en la práctica cotidiana, también tener la
certeza de que todo va a estar bien. Es criticarnos a nosotros mismos y decir
“bueno es que somos así, qué vamos a hacer” o “por eso estamos como estamos”.
Ser venezolano es creer que somos un país rico, no tolerar al abusador cuando
el que no abusa es uno. Ser venezolano es ser sensible ante el dolor ajeno,
echarle una mano al otro, ser compasivo, perdonar y no ensañarse con el que
está en desventura. Ser venezolano es hablar una lengua diferente, muy parecida
al español, pero mucho más rica, llena de gestualidades, de palabras nuestras.
Ser venezolano es vivir con la certeza de que no hay mujeres más bellas que las
nuestras, de que tenemos cielo, selva, nieve y playas fabulosas al alcance de
la mano. Ser venezolano es contar con el humor, con una gracia característica
de esta Tierra de Gracia, que, como en el Jardín de Epicuro, nos permite reír
de la insensatez sin que caigamos en la debilidad de odiarla.
…Por
lo tanto, venezolanos somos todos, también él, aunque haya quien dude.
ISABEL
VIRGINIA CHIRINOS FLORES
07/04/20115
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