Ir al contenido principal
CELOS, MALDITOS CELOS...
Quien no recuerda en el año 1987, haber saltado de su butaca dentro del cine, al ver "Atracción Fatal" con Michael Douglas y Glenn Close, en la escena en que Alex ( Close) se introduce en casa de los Gallagher con un cuchillo dispuesta a
matar a Dan (Douglas).? Él la ahoga en la bañera; tras un periodo de tiempo
inverosimilmente largo, entonces Alex sale del agua cuchillo en ristre cuando
todos la daban por muerta. Es Beth (la esposa) quien tiene que rematarla con un
tiro. Todo esto resultado de una relación de infidelidad en donde no aceptaba ser rechazada y sus sentimientos se convierten en una obsesión y deseos posesivos , celos enfermizos y peligrosos...A ver, los celos, esos malos compañeros que se nos cruzan en nuestro camino, ("el vicio de la posesión" como Jacques Cardonne los denominaba) han
sido, desde hace siglos, argumento recurrente y fértil de la literatura
aunque constituyan también el germen de demasiados sucesos desgraciados
y muy reales. Los celos son un sentimiento muy desagradable. Te duele en el interior,
te estresa, te hace paranoico y, a veces, mata al amor. Estar celoso de
vez en cuando es bastante normal. Sin embargo, si los celos se apoderan
de ti cada día, es importante hacer algo. Para Christine Harris, investigadora en el campo de las emociones humanas de la Universidad de California en San Diego, entender los celos es un asunto importante, ya que sus funestas consecuencias son bien conocidas. Harris explica que, de hecho, los celos son la tercera causa de homicidios no accidentales en casi todas las culturas. Un claro ejemplo de celos originados por un desorden patólogico son lo que sufre Otelo , el moro de Venecia, de Shakespeare, es quizás el celoso más
famoso de la historia. Su criado le ha convencido a Otelo de que Desdémona
le ha sido infiel. Y aunque ella jamás lo haya hecho, Otelo está cegado
por los celos. A pesar de que la ama con pasión, decide matarla, y se
acerca a su lecho para hacerlo. No obstante, los científicos llevan años argumentando que los celos no
siempre tienen que ver con el sexo. De hecho esta emoción surge muy
comunmente entre hermanos pequeños, amigos e incluso compañeros de
trabajo, lo cual podría indicar que los celos, al menos en su "nivel más básico", pudieron haber surgido evolutivamente para proteger de los intrusos a todo tipo de relaciones sociales. El propio Darwin sugirió que podría estar presente en otros animales sociales como los perros. Es por ello que hasta ahora se creía que los celos eran inherentes a los humanos, en
parte por la complejidad del pensamiento que conlleva esta emoción (por
ejemplo evaluar el grado de amenaza que un rival supone para una
relación) .Es importante resaltar que los celos no son envidia, pero por desgracia, las dos palabras se
mezclan fácilmente y esto lleva a la confusión. Los celos son acerca de
la vulneración de una relación o situación personal valiosa por un rival
que amenaza con eliminar algo que es legítimamente tuyo o al que tienes
un reclamo legítimo. La envidia consiste en mirar a los otros,
comparándolos contigo en la misma situación, y encontrar cosas que
quieres en tu vida. En este último caso, quieres lo que alguien más
tiene (un rasgo, un logro, un objeto, un papel, etc.) y uno se queda
resentido, consumado, inferior o descontento. Desde el punto de vista psicológico, los celos se relacionan muy
estrechamente con dos factores, dice la psicóloga Silvia Ramos Garrido: La dependencia emocional y
la inseguridad. Muy ligado a ellos está la infidelidad,
que se da cuando se rompe el pacto de exclusividad en la pareja que, a
su vez, tiene otras razones.
Y de los celos a la violencia y de la violencia a los crímenes
pasionales, dicen, hay muy poco trecho. A través de los celos muchas
personas llegan a agredir física y psicológicamente a sus parejas e
incluso, en casos extremos, pueden llegar al asesinato o al suicidio. Así pues, cuando sientan celos por nosotros o nosotros por otros, preocupemonos revisemonos, y preguntemonos hasta donde son tan o cuan normales, que tan dañinos son y en la forma que influan en nuestro comportamiento, ya que cuando se tornan excesivos, logran enturbiar y finalizar nuestras relaciones con los demás, colocándonos en graves y embarazosas situaciones.
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
27/07/2014
Comentarios