SE BUSCA: LA PAZ

 
“Aquél que no perdona a otros, destruye el puente sobre el cual él mismo debe pasar; porque todos los hombres necesitamos ser perdonados”. (Lord Herbert)

 La intransigencia, el fanatismo y la arrogancia de ciertas personas o grupos que pretenden imponer por la fuerza, sus ideas, su estilo de vida y sus creencias al resto de la población.  Los atropellos, las injusticias, los crímenes y los horrores de todo tipo que se cometen contra los civiles indefensos por parte de quienes se tornan intolerantes ante las ideas ajenas y promueven los enfrentamientos armados. Las actividades ilícitas como el tráfico de armas, que financian las guerras, así como la indiferencia absoluta hacia el género humano de quienes manejan dichos negocios. Todo ello colabora a permanecer en un estado permanente de zozobra y conflicto. Y nos preguntamos, porque es tan dificil alcanzar la paz? que nos los impide? Creo que deberíamos   empezar por la paz interior e individual, y en esa medida trasnmitirla al mundo que nos rodea. Estar en paz, es sentirnos cómodos con nosotros mismos y con los demás, pues estamos a nivel, en equilibrio,  sin egoismos, sin miedos...La paz es vivir y dejar vivir, sin esperar nada a cambio, es ser feliz con lo que tienes. Siempre será una búsqueda del ser humano, vivir en un estado de paz, de tranquilidad, de ausencia de  inseguridad, de guerras...La paz es un valor perdido en nuestra sociedad actual, pues estamos rodeados de mensajes cargados de violencia, de agresiones...La paz social es una necesidad inmediata, para lograr el entendimiento y buenas relaciones entre los diversos grupos sociales, a fin de que puedan trabajar unidos y alcanzar los logros trazados. En la paz está implicito el perdón, ya que nos permite pasar la página, y continuar; por el contrario del que se queda enganchado en un odio o reconcomio, no le permite crecer ni evolucionar. Por ello también que la paz incluye la humildad, para derribar al nefasto  orgullo... No olvidemos que muchas de las guerras con las  que debemos lidiar, están en nuestras mentes y corazones...

 “¡Nunca más la guerra! ¡No, nunca más la guerra!, que destruye la vida de los inocentes, que enseña a matar y trastorna igualmente la vida de los que matan, que deja tras de sí una secuela de rencores y odios y hace más difícil la justa solución de los mismos problemas que la han provocado…”. (Fragmento de una Encíclica de Juan Pablo II)

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES

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