Encender una luz
“Por la calle vi a una niña hambrienta, sucia y titiritando de frio dentro de sus harapos. Me encolericé y le dije a Dios: ¿Por qué permite estas cosas? ¿Por qué no haces nada para ayudar a esa pobre niña? Durante un rato, Dios guardó silencio. Pero aquella noche, cuando menos lo esperaba Dios respondió mis preguntas airadas: Ciertamente que he hecho algo. Te he hecho a ti.” (Tony de Mello) Tenemos innumerables problemas dentro de nuestra sociedad, unos más graves que otros, pero mas allá de ello, está la manera de cómo los afrontemos, con políticas efectivas, con acciones que permitan erradicarlos. Existen estadísticas, se muestran registros, tienen las denuncias, pero no vemos la formula o medida efectiva ante los mismos. Todos se quejan, pero solo se llega a nivel del boom, la conmoción y ya. La amargura y decepción nos han convertido en ciegos, inhumanos, indiferentes, seres sin solidaridad. No basta con señalar, alarmar o acusar, se requiere ir más allá, encender la luz que nos muestre que solo nosotros tenemos en las manos la respuesta, moviéndonos y ocupándonos a cambiar, a transformar, a solucionar.
ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
28/08/2011
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