La Sociedad del caos
Realizando un análisis a nuestra sociedad en conjunto percibimos un diagnostico que se extiende a todo el país: La sociedad actual padece la enfermedad del caos, que significa confusión y desórdenes muy grandes. La clínica revela elocuentemente el estado real de la ciudadanía como paciente y padeciente social con características analógicas y simbólicas: rabia sindical y política; fobia e impotencia ante la inseguridad: miedo patológico obsesivo; angustia, estrés y depresión por la inestabilidad laboral y salarial; anemia hídrica , invalidez de desplazamiento por perturbaciones de servicios públicos de transporte y cortes compulsivos de calles y rutas; lesiones leves y graves por cancelación de atención y tratamientos en hospitales públicos; esclerosis múltiple educacional por envejecimiento y rupturas del sistema como cultura; alcoholismo pandémico en las legiones adolescentes y juveniles; amnesia de convivencia, paz y solidaridad frente a la indigencia de las pobrezas, incluyendo la de fondo que afecta a pobres y ricos: la cultural. Todos estos hechos instalados en los escenarios del día a día, manifiestan los síndromes de una comunidad enferma a la que la definición científica denomina antropoiátrica o enfermedad social. De no aplicarse políticas derivadas de todos los sectores involucrados legítimos o anárquicos; oficialistas y opositores, protagonistas o espectadores indiferentes, puede dirigirnos a una implosión impredecible. Es la hora del inicio de la búsqueda de una sola visión objetiva, comprometida con lo queremos y esperamos de nuestra sociedad y del país.
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