DESMEMORIA

Esculco, reviso, indago trato invariablemente de encontrar dentro de los resquicios de mi mente , entre la luz y  la obertura del túnel del tiempo, que me lleva a rememorar toda una vida pasada, a detenerme en cada cuadro de la película en blanco y negro, escenas que se van dando a medida que avanza el carril de mi vida. Al fondo se escucha la música que va aparejada de la imagen, de cada momento, los personajes inolvidables, algunos ya retirados, y traen a mi desgastada memoria un sin fin de anécdotas, colores, aromas, que confluyen en muchas historias a la vez que se entrelazan al hoy. Esa retrospectiva maravillosa y casi olvidada vuelve  imponente, pero de color sepia, descolorida por el paso del tiempo y por  la intemperie del olvido. Ese  salto cuántico hacia el pasado que recuerda con melancolía lo que un día fue, la evocación del comienzo que sería el fin  de otro  ciclo, la continuidad de los que somos, la herencia de nuestros sucesores, la genética  que se nos presenta para indicar de donde venimos.y lo que en verdad somos, que los genes no mienten, y que traen un mensaje dentro de cada célula que forma nuestra humanidad. No hay olvido posible todo está allí, en cada fibra, en cada neurona, en cada vestigio. Voces que susurran, melodías conocidas, palabras repetidas, todo reposa allí en un rincón del alma, en nuestra periferia neurológica, en la circunferencia de nuestros cinco sentidos. Siempre en la desmemoria perdura y sobrevive  la memoria, esa que se resiste a olvidar, a no  desconectarnos, a continuar y sobrevivir incólumes en este valle de lágrimas y lagunas  seniles...

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES

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