JUGANDO A SER DIOS

No se puede andar peleado con la vida, juzgando, alardeando de un tonto orgullo, de preciarse de pisar mas fuerte, en los aeropuertos se ven mas besos sinceros que en las bodas. Los muros de hospitales han escuchado más oraciones reales que en las iglesias...

¿Los sentimientos nacen o se hacen? Nacemos con pecados veniales, pero en el camino nos vamos torciendo? Se justifica el llanto de una madre por el olvido de un hijo? ¿Porque existen hijos que cuando hacen su propia vida, excluyen de la misma, a sus padres? ¿Como basan una familia con estos antivalores? El hacer sus propias vidas y caminos significa que deben los hijos olividarse y exiliar a sus padres, a quienes les dieron la vida? Estos y muchos mas interrogantes rondan mi cabeza, una y otra vez...Cuando educas a tus hijos les enseñas parte de modales, instrucciòn acadèmica, valores, etc, pero tambièn debes inculcar principios como el amor, solidaridad y respeto. Partiendo de que hay quienes se vanaglorian de ser estrictos en la enseñanza, reprenderlos si se equivocan, donde queda la familia? Entendiendo que Familia son todos los integrantes consanguineos, y los llamados lazos políticos, asi como los amigos, todos conforman un sistema completo de afectos donde se crian los hijos y aprenden a compartir, a estrechar lazos. Como pretenden constituir una familia, aislandose de su entorno mas cercano? ¿Como recoges amor si no lo has sembrado? Mucho orgullo y prepotencia son malos consejeros, los convierten en verdugos de los padres muchas veces, los castigan con la mas inexplicable indiferencia, no les perdonan...Ahora, quienes somos nosotros para juzgar a quienes nos dieron la vida? A quienes se desvelaron por nosotros, que nos llevaron mucho mas lejos de lo que ellos mismos pudieron imaginar para si...La vida es injusta pensamos muchas veces, y en ocasiones jugamos a ser Dios, pero no somos los llamados a hacer justicia, porque entorpeceriamos sus planes, todo tiene su hora y su orden perfecto...Nadie escarmienta en cabeza ajena, y no podemos suprimirle el dolor o sufrimiento a otros que son ciegos, que no ven mas alla de sus narices. No es que se paga o se castiga, solo esperemos los frutos de nuestra propia cosecha: dulces si hemos obrado correctamente, y amargos, si hicimos las cosas a nuestra manera, y solo asì comprenderemos el dolor infringido, los errores, en carne propia, para asi cuando quiza sea un poco tarde o no tengamos la oportunidad de ser perdonados...

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES

23/03/2015