¿A DONDE FUE A PARAR LA DECENCIA?

"Hay dos razas de hombres en el mundo y nada más que dos: la raza de los hombres decentes y la raza de los indecentes. Ambas se encuentran en todas partes y en todas las capas sociales... El hombre en busca de sentido." - Víctor E. Frankl
 David León Rodríguez, nos dice en su obra "La Decencia" : Son muchas las subespecies del ser humano que conviven y dan forma, cada una a su manera, al teatro social. Cada una de ellas está marcada por unos códigos de omportamiento y de conducta y por unas pautas de convivencia. En este proyecto trabajo sobre valores como el decoro, la dignidad, el recato y el respeto para reflexionar acerca de la decencia y preguntarme quiénes son los hombres que tienen esa cualidad. La Decencia es el retrato de una raza en lucha, una lucha cada vez más complicada por sobrevivir en una sociedad que cada vez entiende menos de doctrinas, creencias y valores heredados del pasado. 
 «La palabra suena anticuada, insoportablemente farisea. La “decencia”, he aquí algo que huele a moralismo de los años 50...
La decencia es un valor que nos recuerda  vivir y comportarnos dignanente en todo lugar , es decir no perder la perspectiva de nuestra propia dignidad humana , y significa que debemos cuidar nuestros actos (que sean justos y honrados) , la imagen , la imaginaciòn , el vocabulario y los sentidos.
Decencia es un principio rector de la vida. Nuestros valores dan contenido a nuestra existencia. En la medida que carecemos de ellos y en que no los vivimos nuestra propia existencia se torna vacía. Esto sólo nos sustenta que vivir de valores traducido en virtudes sí da  contenido  a la  existencia, da sentido a  la   vida, y  orienta el quehacer de una persona con un propósito gratificante. Permite enriquecer la motivación y por consecuencia consolidar la esperanza que  alguien   puede   tener   en  lograr  un  mundo  mejor  para  él, los  suyos   y   todos   los   demás.  Y es que comportarse decentemente significa realizar a través de actos concretos una conducta que refleje la riqueza como persona y el respeto a la riqueza de los otros. Significa saber valorar a los otros como alguien como yo y considerarlos en toda su riqueza humana. Ser decente significa ser una persona cabal, que es congruente, que tiene una unidad de vida - que dice lo que piensa, que actúa conforme a lo que dice - y que se comporta ante el mundo como tal, considerando en las relaciones humanas  los  respetos a que deben ser sujetos los otros que  conviven  con  uno.  Muchos   han  saltado  las  lineas   divisorias  que separan  la decencia de la inmoralidad, porque es más  cómodo comportarse como animales, o  groseros  y  menos guardar  las formas. Y eso lo  sufrimos  a diario,  en cualquier escenario de nuestro diario vivir, ahora más que nunca , cuando los actores  políticos,  han puesto de moda esta  forma vulgar de dirigirse a sus opositores   o todo lo que lo adversa en forma déspota  y  burlista, rayando  en  el  sarcasmo  y   la ofensa.
Fernando Savater decía que “lo peor de los políticos es lo mucho que se parecen a la gente que les vota”, y esa gente puede ser resentida, tiránica, hipócrita y cínica. 
Hoy mas que nunca necesitamos urgente una dosis de decencia, Quisiera saber cuando regresará de sus vacaciones la decencia de este pueblo, cuando mostrará su decoro, su sentido del honor. Quisiera saber hasta cuando demorarán los venezolanos en encontrar a la Venezuela decente, al venezolano respetuoso, digno y con principios. 
Vale la pena hacernos estos planteamientos y de allí comenzar a construir el camino de la Venezuela posible, y alli reecontrarnos.

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
24/02/2015

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