DEGRADE...

El país va en "degradé" y es que me permito usar este vocablo el cual se usa en  primera persona del singular pretérito perfecto simple (pasado o pretérito), modo Indicativo del verbo "degradar" para describir lo que se vive en Venezuela. Porque este país ha sufrido pérdidas, este sistema que lo rige  ha ido deponiendo actitudes y acciones de quienes hacen vida aquí y los cuales están en su perfecto derecho de emitir opiniones, se han vejado, anulado y aniquilado a muchos ciudadanos en su intento de disentir, se ha humillado y ofendido a muchos, arrebatándoles su derecho de ser respetados, se han envilecido en sus cargos públicos, utilizándolos como dardos y no como instrumento de servicio, se ha vejado a los ciudadanos, cuando los obligan a marchar para poder cubrir necesidades básicas, se les rebaja y se anulan en su condición humana a realizar larguísimas colas para obtener alimentos y otros productos. Se les aniquila cuando permiten los Órganos de Seguridad, los cuerpos policiales y demás administradores de justicia, que se masacren a diario en barrios, urbanizaciones, en calles, y cualquier lugar. Los valores fundamentales e indispensables para convivir dentro del país, se encuentran degradados a su última expresión. El país no ha avanzado, el país no progresa,  la implantación de leyes decadentes y obsoletas, lejos de reivindicar, nos lleva a niveles de regresión dantescas. Al contrario de lo que decía del obispo Juan de Salisbury: “Somos como enanos montados sobre las espaldas de gigantes; nosotros vemos mejor y más lejos que ellos, no porque nuestra vista sea más aguda o nuestra talla más alta, sino porque ellos nos elevan en el aire y nos levantan sobre su gigantesca altura.” Este sistema se convirtió en un gigante todopoderoso que lejos de levantarnos, nos aplastó y anuló a meros borregos. No hemos sido una potencia, solo somos una mala copia de un proyecto de revolución fallido, que a toda costa se ha querido vender como el mejor sistema de vida. Esta mal llamada revolución que ha transformado nuestros propios valores e idiosincrasia, está develando al igual que la metamorfosis de Kafka, a una horripilante cucaracha sangrienta. Somos el patio trasero de América Latina, y ya muchos países como Brasil, Chile, Colombia,  Uruguay o Costa Rica, han ido saliendo del oscurantismo , y superado las tinieblas del subdesarrollo y la miseria.  El tiempo, la disposición y nuestra conciencia, son determinantes para mantenernos en esta degradación o comenzar a despertar, reaccionar, a trabajar para ennoblecer a cada ciudadano , enaltecer lo nuestro, exaltar nuestro gentilicio, engrandecer a la Patria, y  elevar, nuestra esencia, nuestra identidad y el  orgullo de sentirnos venezolanos...

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
28/01/2014

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