REESCRIBIR NUESTRA HISTORIA

Qué nuevas desgracias amenazan a mi patria? ¿Qué reciente crimen se ha cometido en nombre de la santa libertad? Es que acaba de abrirse una tumba, y ha caído en ella el último venezolano... Llorarle es afligirse con los destinos de un pueblo, condenado a vivir de la ceniza de sus días pasados... En todas partes se agita el hombre sobre el mar de la vida, llena de vanos dolores. Pero en nuestra tierra desgraciada, hasta la copa del placer se llena de ajenjo; la primavera de los años se extingue sin honor; suspira la virtud en el menosprecio; toda esperanza es quimera; la existencia es un sueño doloroso...(Juan Vicente González).Para salir del atolladero en que nos encontramos los venezolanos, no se requieren de recetas mágicas ni la presencia de Harry Potter, se necesita ,eso si, mucha responsabilidad de cada quien, y recobrar ante todo la calidad moral y política que debemos poseer todos, arrancada abruptamente en estos últimos años por modelos foráneos y vendidos como nuestros. Hay que erradicar de nuestro léxico el pesimismo, el miedo y el conformismo. Debemos eliminar esa herencia de suerte de ser hombres de seguidilla, por la cual siempre tenemos que ser dirigidos como ovejas de un rebaño, eso es evadir nuestra responsabilidad. Como bien lo expresaba Arturo Uslar Prieti: “Es necesario que por lo menos algunos hombres se atrevan a obrar de acuerdo con sus pensamientos, osen decirlos sin disimulo ni oportunismo, que se arriesguen ante la cólera de los pocos o de los muchos poderosos. Necesitamos gente honrada que no adultere sus propias ideas, que se atreva a llamar al error por su nombre, venga de donde viniere, gentes que prefieran la impopularidad a la traición a la propia conciencia, en una palabra, gente responsable.” Tenemos que adquirir más seriedad ante la profunda crisis tanto social, política, moral en que nos encontramos, y en verdad no la hemos asumido. Solo reescribiendo nuestra historia, conociendo de dónde venimos para saber hacia dónde enrumbarnos, planteando nuevos paradigmas, desmitificando al país como un paraíso saudí, con mentalidad de rancho y que solo sabe vivir de las bondades del petróleo, y que peca de una corta memoria , estaríamos en la vía de nuevos derroteros para marchar en pos de la reconstrucción nacional.