NO A LA DEPRESIÓN

Ver con dolor a cientos de muertos en las calles de Nicaragua, ajusticiados por funcionarios,  por rebelarse ante un Régimen  y que luchan por su libertad negada por sus gobernantes carceleros, estacionados en una larga y cruenta dictadura. (Es un sueño repetido o un deja vu).
Sentir la trágica situación de almas  que sucumben  bajo la lava humeante y abrasadora del gran volcán de Fuego en Guatemala, que mata y arrasa vidas e historias. Ver con indignación como denuncia Elizabeth Salazar , venezolana  sin verguenza ni pudor  al exponer su seno  y que sufre de cáncer de mama, ante  los medios , porque se le ha negado tratamiento médico.
Es inmensamente triste, ver los niños morir por falta de vacunas, por que no hay electricidad y mueren por falta de máquinas con oxigeno, o agonizan esperando tratamiento para leucemia. ¿Quién no se estremece escuchando los testimonios de cientos de venezolanos que no consiguen alimentos o medicinas y han muerto en el intento?
¿ Quien no ha despedido a un familiar que emigra para que en búsqueda de mejor calidad de vida y se inunde de tristeza porque no sabe si lo va a volver a ver?
Hay que ser de piedra para no desmoronarse y salir ileso  de tantas malas noticias. ¿Quien no pierde la fe, o sus fuerzas para mantenerse en el camino?  Literalmente nos tienen contra las cuerdas, evocando al argot  boxistico. Todos los dias y en cada amanecer nos sometemos a nuevas pruebas, nuestro talante es sometido a los mas duros avatares, que nos aminoran las fuerzas, nos llevan al decaimiento, e inexorablemente a deponer nuestra lucha. Pero hay que seguir resisiendo, sin  tregua, y sacudir cada vez que podamos ese polvillo de la depresión y de la tristeza.  No podemos entregarnos, ni claudicar, ahora más que nunca. Somos más que nuestras desgracias.
Al final los malos tiempos no duran para siempre...

Isabel Virginia Chirinos Flores

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