SIN DAÑOS A TERCEROS

Cuando venimos a este mundo, nacemos sin nada, y nada nos es eterno, podemos tener una vida muy afortunada o no, de acuerdo a nuestros dones, podemos ser felices o inmensamente desgraciados, dependiendo del manejo de nuestras emociones y sentimientos. Nadie nos pertenece, y en el mejor de los casos la felicidad que alcancemos estará dentro y no fuera, como piensan muchos que pasan la mayoría de sus vidas buscándola en otras personas, lugares y cosas. La vida no es ni buena ni mala, es solo eso,  vivir, pero eso si, plenamente, sin apegos, sin ser dueños o vasallos, ser lo suficientemente honestos para reconocer de lo que adolecemos y reforzar de lo que somos capaces. No hagamos de nuestro recorrido por este mundo, un mar de quejas, de sinsabores o de estrechez mental. Lo que tenemos que cultivar es la conciencia, el intelecto y alimentar el espíritu de luz y de sabiduría.  Aprendamos a convivir con lo que hemos alcanzado, no perdamos tiempo ni esfuerzos en atarnos, encadenarnos o  supeditarnos  a ciertas conductas, costumbres, personas, lugares y circunstancias. Cuando queremos cambiar o crecer pero algo nos tensa, nos hala, y dudamos o sufrimos cuando debemos abandonar eso o aquello que no nos deja soltar. Aferrarse a emociones, ser adictos a algo o a alguien,o querer adueñarnos de los sentimientos de nuestros hijos, de amigos o de alguien es extremadamente egoísta . Es una lucha que nos desgasta, nos hace sufrir y nos deja solos. Son hipócritas quienes creyendo ir a misa los domingos, están salvos, nada mas lejos de la realidad, si no practicas lo que predicas, no estas haciendo nada, sepan que Dios es amor, no hay que buscarlo en iglesias ni en sinagogas, búscalo en tu corazón, sobre todo cuando vayas a hablar mal de alguien, a criticar, pensar mal o suponer. El orgullo no tiene nada que ver con él, la humildad si, y de eso adolecen muchos.  Al final no nos llevamos nada, no atesoremos paredes, títulos o cargos, eso nos dice cuanto poco valemos, ser una persona, es ir mas allá, es superar las pequeñeces, las mentes fatuas, no seamos  esclavos de un oficio porque nos da de comer, no todo en la vida es comer y evacuar, la vida es mas, vivir es tener la visión de una gaviota cuando emprende largos viajes , que tiene ante sus ojos  mucho mas que ver que un cielo, es entender que esa inmensidad nos recuerda que dentro de la  infinitud del universo, somos parte de un todo, y por mas que muchos quieran imponerse, sobresalir, o avasallar no permitamos que nos amarguen los buenos ratos, en  el fondo son incapaces de generar su propia felicidad.

El amor es libre, pero hay que  vivir en armonía, sin apegos, sin dueños, sin dañar, sin envidiar a otros, sin quejarse, dando lo mejor de nosotros, y siendo positivos para que la esperanza no nos abandone aun en los malos momentos...

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES

16/04/2016

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