LA COMUNICACION NO VIOLENTA O EL LENGUAJE DE LA COMPASION
Pareciera muy difìcil hablar o dialogar con otro, sin que alfloren la politica, la descalificaciòn o la discriminaciòn, el disentir no es el motivo, es lo intolerante que somos, pues acostumbrados a vivir dentro de un lenguaje violento, de gesticulaciones groseras, de calificativos poco agradables, nos hemos convertido en el reflejo de la antipolìtica y la agresividad de quienes irrumpen por medio de los diferentes medios de comunicaciòn, que han traspasado los hogares, escuelas, oficinas, permeando un lenguaje ofensivo, irrespetuoso, cargado de insultos, vejaciones y demàs adjetivos procaces ...Es harto comùn presenciar y escuchar barbaridades, expresado en un lenguaje prosaico, soez y mal hablado. Son palabras disonantes, cargadas de odio y retaliaciòn, siempre a la ofesnsiva y retando al interlocutor...En verdad nos ha chispeado a todos...Y por òsmosis el pais entero sufre de una violencia comunicacional. La gravedad es tal que le estamos inculcando ese lenguaje a nuestros hijos, es comùn ver a la gente en las calles gritarse de un carro a otro, manoteando, ofendiendo. En las recurrentes colas, se puede apreciar la falta de humanidad, en bancos, en supermercados, en clinicas y hospitales, vemos que no se aplican las normas mìnimas de cordialidad ni de decencia. Y lo hacemos sin darnos cuenta, porque quizá no consideremos “violenta” nuestra actitud al hablar, pero a menudo nuestras palabras ofrenden o hieren no sólo a los demás, sino también a nosotros mismos, afectando de manera determinante en nuestras relaciones a nivel familiar, dentro de las organizaciones, colegios, comunidades, relaciones comerciales, etc. Y es que la raiz de todo esto es que anteponemos los jucios moralistas que presuponen una actitud errónea o malvada por parte de aquellas personas que no actúan de acuerdo con nuestros valores.Siempre que empleamos este lenguaje, pensamos y nos comunicamos desde la perspectiva de que algo falla en los demás porque se comportan de una determinada manera o, a veces, de que algo falla en nosotros porque no comprendemos o no respondemos como nos gustaría. Centramos nuestra atención en clasificar,analizar y determinar niveles de error más que en lo que necesitamos(nosotros y los demás) y no conseguimos. El Dr. Marshall B. Rosenberg PHD en Psicologìa, es fundador y director del Centro para la Comunicaciòn No Violenta. Y es que La Comunicaciòn No Violenta como lenguaje de vida, es un enfoque específico de la comunicación, hablar y escuchar, que nos lleva a dar desde el corazón, a conectarnos con nosotros mismos y con otras personas de una manera que permite que aflore nuestra compasión natural. Dicho enriquece la comunicación interior al ayudarnos a transformar los mensajes internos negativos en sentimientos y necesidades. La capacidad de distinguir nuestros propios sentimientos y necesidades y de empatizar con ellos puede salvarnos de la depresión. Podremos entonces reconocer que en todas nuestras acciones existe un componente de elección. Al mostrarnos cómo podemos centrarnos en lo que queremos realmente en lugar de concentrarnos en lo que falla tanto en los demás como en nosotros, la CNV nos ofrece los instrumentos y la comprensión necesarios para crear un estado mental más apacible. Urge en Venezuela entrenadores que ofrezcan talleres para educadores, terapeutas, padres, trabajadores de los servicios de salud, mediadores, gerentes de empresas, guardias de cárceles y reclusos, policías, personal militar, clero y oficiales de gobierno. Igualmente se requiere la implementaciòn de programas de paz para estudiantes y maestros , asì como mediaciòn y resoluciòn de conflictos. Nos merecemos escucharnos, reconocernos en las diferencias, respetarnos y cohabitar a pesar de cualquier adversidad pero unidos bajo un mismo objetivo, que no es mas que trabajar por una Venezuela pròspera, de avanzada, digna, dentro de un clima de paz y libertad.ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES
21/04/2014
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