A LA ESPERA DE UN MILAGRO

Su caridad, dedicación y amor por el prójimo lo hicieron merecedor del respeto de sus pacientes, alumnos, familiares y amigos. Tras su muerte la Iglesia católica venezolana inicia en el año 1949 el proceso de beatificación y canonización, de quien fuera denominado “El siervo de Dios”, Dr. José Gregorio Hernández, conducido por el arzobispo de Caracas, monseñor Lucas Guillermo de Castillo ante el Vaticano. Luego de iniciado el proceso, y completados los primeros casos, el doctor José Gregorio Hernández es nombrado “venerable” por el papa Juan Pablo II el 16 de enero de 1986 y se inicia el próximo paso, que lo llevaría a la beatificación. De completarse el proceso, se convertiría en el primer santo de procedencia venezolana. Desde entonces, sólo lo distancia de la beatificación y, por lo tanto, de la posibilidad de rendirle culto en los altares, la comprobación de un milagro. Han sido obstáculos su presencia en la santería, su carácter laico y diferencias entre miembros de la iglesia católica pero superados tras su declaración como Venerable en el año de 1986. "La falta de contundencia en la presentación de los presuntos milagros y la rigurosidad de la iglesia en la evaluación de los casos, son las principales causas que han impedido la beatificación del siervo de Dios", según palabras del Cardenal Jorge Urosa sabino, Arzobispo de Caracas, quien además señala que existe cierta reticencia cuando piden los recaudos, y por lo tanto no se han presentado como deben ser los supuestos milagros. Otro aspecto importante a señalar es el cambio del paltó levita negro y el sombrero diplomático, que se hizo por sugerencia de la Congregación de la Causa de los Santos en Roma. "Se quiso resaltar su figura de médico, de profesor universitario y de fundador de la medicina experimental de Venezuela. Se trata de un pedagogo, del investigador médico mas sobresaliente de Venezuela". A 92 años desde su muerte todavía esperamos su beatificación.

ISABEL VIRGINIA CHIRINOS FLORES

1°/05/2011